20 de junio

   Salí del vagón del pensando encontrarme a alguien. Curiosamente pensaba en Alejandro, que me he encontrado una o dos veces antes de tomar la línea azul regresando del trabajo. La última vez que me lo topé me contó sobre un accidente en el que estuvo a punto de morir en un choque. Dijo que su abuelo lo salvó. Dijo que sintió a su abuelo. Le pregunté si recuerda el choque en cámara lenta. Dijo que sí. Dijo que sí a todo. Hoy lo pensaba mientras salía del vagón. En fin.

   Subí las escaleras para tomar el transborde, di la vuelta y ahí estaba él, viendo su celular. Charlamos un rato. Charlamos otro tanto del curro y del ambiente. Nos sentamos y seguimos hablando de cosas. Noté que frente a nosotros un señor leía un libro de Khalil Gibrán, el libro se llamaba "Alas Rotas". Lo noté porque estaba casi en mi cara, como siempre. No me sentí ofendido, la verdad hasta me sacó una risa. Me gusta esa canción. Pero así no se llama, se llama 'otra vez', el otro título es mucho mejor. Es eso y traer la trama de la película de 2046 en la cabeza. La vida puede ser así de sencilla. Las alas rotas de un jalón, de vuelta en este gran ciclón. Y tal vez te encontrás si tu ves.

MC Escher

   Pero si tú ves, ya te encuentras ahí. Entre historias de Phillip Dick y cubos de BW, mas no de Rubick. Entre estados de balance y balanzas de pagos. Buscando el balance entre las horas de tus días y las hojas de las historias que nunca escribes. Un disco. Una película en un cuarto oscuro. Un nudo windsor elegante. Un miembro firme... y una larga mirada a una telecaster en un aparador. Así son tus días.

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