mayo 30




"El amor es un asunto de tiempo: no sirve conocer a la persona correcta demasiado pronto o muy tarde."




   El cuaderno de notas que encontré afirmaba que el viernes estuviste de visita en un hospital, no decía en cuál. Supongo que no importa. A la mano solo estaba el número de habitación, a la que le tomaste foto. No decía exactamente qué estabas haciendo ahí, pero puedo suponer que no andabas recordando las navidades pasadas. ¿Acaso si?

   Otra de las notas interesantes decía que ese mismo fin de semana, en otra parte, el mensaje era mas claro. Porque a veces se te olvida precisamente eso. Y aunque lleves el mensaje grabado con tinta indeleble sobre la piel para recordártelo a ti mismo, se te sigue olvidando... y es que chi va piano, va lontano. Pero tu eres una pinche liebre que cree que puede dormirse a la mitad del camino porque el mundo no le sigue los pasos. Y todos sabemos cómo termina esa fábula. Yo lo se, porque es una de las pocas notas que no quemaste. Ahí está y dice que no hay cuento que odiaras mas cuando eras niño que el de la liebre y la tortuga. Yo, quizá por eso y otras muchas cosas, preferí quedarme dentro del caparazón. Pero últimamente me invade una extraña sensación, como una premonición. Y es que, qué tal si uno de estos días te despiertas, así nomás. Y te pones a correr, solo que esta vez no te cansas y me dejas atrás. Y ¿qué tal que ... ahora si ya no te alcanzo?

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