17 noviembre

   Y es que si alguna vez llego a tener hijos, solo espero que nunca se caigan de un tercer piso. Supongo que con eso me basta, todo lo demás en realidad da lo mismo. Lo mismo aplica para mí: Seguir el simple truco de mantenerme lejos de barandales. Pero también se que es inútil contar con estos instructivos y guías de viaje, pues en realidad a veces los barandales tropiezan con uno.

   Trato de no pensar en las despedidas. Trato de ser un pasajero más a hora pico, uno más que aborda y se pierde entre la masa. Es lo mejor. Creo que ese día me pegué muy fuerte en la cabeza... desperté hablando de puras tonterías y cosas raras. Pero ahora que lo pienso... sigue siendo igual.

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